Todo era verdad
Ese día después de comer fuimos a nuestra habitación a descansar y dejar preparado nuestro templo para el Maithuna que ocurriría después del ritual que Hari Dass y Anokhi nos estaban preparando.
TODO ERA VERDAD
Ese día después de comer fuimos a nuestra habitación a descansar y dejar preparado nuestro templo para el Maithuna que ocurriría después del ritual que Hari Dass y Anokhi nos estaban preparando.
Preliminares de maithuna
El olor a incienso perfumaba la habitación, habíamos colocado en la cama nuestro pañuelo con el mandala (batik) y nos dispusimos a realizar los preliminares del Maithuna.
La sensación de inquietud fue desapareciendo cuando mi Shakti empezó a realizar el Círculo de Protección, acto seguido en la Consagración me centré en visualizar la energía descendente entrando desde arriba en el chakra superior de la cabeza, estuvimos un buen rato meditando, abrí los ojos un par de veces pero vi que mi Shakti necesitaba más tiempo, así que yo volvía a la meditación centrándome siempre en la respiración meditando con el mantra Ham – Sah hasta que los dos estuvimos preparados y con los ojos abiertos conectamos viendo lo divino primero en cada uno, y luego en el otro.
CONECTAMOS
Tenía un ligero dolor en la espalda media y empecé a sentir un hormigueo en los pies, mi primer pensamiento fue que era debido a la posición, así que me tumbé dejando a la Shakti sentada en el lingam y continuamos con la respiración sincronizada, ella cada vez exhalaba más fuerte haciendo un sonido «A» sordo, y yo la seguía mientras mentalmente visualizaba la energía entrando con el mantra Ham llegando hasta mis genitales y exhalando con fuerza mientras visualizaba la energía subiendo por mi canal central con el mantra Sah hasta un palmo por encima de mi cabeza. Volví a sentir sus lágrimas cayendo en mi pecho y me invadió mucha ternura y compasión, esto hizo que me abriera y empezara a liberarme con cada exhalación. Ella seguía con los ojos cerrados y las manos en su estómago, empecé a sentir una presión en la misma zona y acto seguido en mis piernas el hormigueo que antes era leve empezó a ser cada vez más fuerte, y además ahora estaba empezando a sentir el mismo hormigueo en los brazos lo cual me inquietó porque no había nada presionando la circulación en ellos. En ese momento ella abre sus ojos y me siente intranquilo, pone sus manos en mi estómago y nota un movimiento y calor muy fuerte, según su descripción sentía una energía muy intensa en esa zona y sin mediar palabra empezó a realizarme la técnica del plexo solar para intentar liberar esa tensión (una presión de sus dedos índice y corazón de ambas manos en mi plexo durante unos dos minutos, y después yo realizaba 3 respiraciones profundas, hizo entre cuatro y seis repeticiones). Algo inesperado iba a pasar a continuación.
El hormigueo que sentía en mis extremidades inicialmente era como ser pinchado por pequeñas agujas, la misma sensación que tienes cuando se te «duerme» una parte de tu cuerpo. Al estar realizando la Shakti la última parte de la técnica de liberación del plexo solar siento como ese hormigueo se propaga por mi médula espinal hasta mi cabeza, en ese punto mis exhalaciones eran pequeños gritos de liberación, empiezo a notar que mis dientes se duermen y la mandíbula se agarrota, siento los mismos efectos empatógenos de sustancias como el MDMA, noto cada célula de mi piel despierta. La presión de esas agujas se hace mucho más grande, pasando gradualmente de ser miles de leves pinchazos a un solo pinchazo en todo mi cuerpo. Siento mucho calor y una energía dentro de mí se dispara. No siento a la Shakti encima mío, no pesa. Siento que tengo una fuerza sobrehumana, no puedo abrir los ojos, me veo como “Son Goku” en su transformación a super guerrero. Siento tanto placer que parece que levito y de repente dejo de estar en la habitación con ella, solo veo luz blanca, no tengo cuerpo, siento mucha paz y liberación a todos los niveles. No recuerdo tener sensación de espacio ni de tiempo.
Según mi Shakti este rato de ÉXTASIS TOTAL duró unos 15 minutos, su sensación era que yo estaba sintiendo mucho dolor y estaba liberándolo a gritos, llorando desgarradamente. No recuerdo nada de esas sensaciones, mi cuerpo estaba separado de mi mente.
Comparto con mi Shakti mi viaje, y compruebo que no había eyaculado a pesar de haber tenido un orgasmo cósmico de cuerpo entero. Me doy una ducha fría mientras mi cabeza rota piensa: «¡Al final todo esto era verdad!».
Fran R.
Testimonio del taller de La Vía del Valle, junio 2019