El Corazón es el lugar en donde el pensamiento que discrimina (bueno, malo, me gusta, no me gusta…) se apaga para dejar sitio a lo divino.

El Corazón es donde se une lo espiritual y lo físico. Una vez que se expande, la participación total de nuestra parte más auténtica en nuestras acciones está asegurada.

Toda actitud que comporte devoción, deseo compasivo y apertura hacia los demás, moviliza la energía del Corazón. También el anhelo.

El trabajo a nivel de este chakra o centro energético consiste en buscar que tipo de vida es el más adecuado para nuestra evolución. Se abre cuando hemos aprendido la honestidad y la integridad al despejar manipura (el tercer chakra), lo cual permite que los sentimientos se originen en el corazón. Cuando uno se miente a sí mismo o a los demás, cuando controla o manipula, el corazón no se abre. Por ello es muy importante practicar Satya (decir siempre la verdad).

El centro del Corazón está íntimamente ligado a las relaciones, ya que los temas del corazón (amor, compasión, dedicación) son los que involucran a las personas en una relación. El corazón no solo es un lugar relacionado con el amor, también es un lugar donde solemos almacenar mucho dolor. “Se me ha roto el corazón” decimos muchas. veces.