KUNG FU SEMINAL
El propósito principal del Kung Fu Seminal y Ovárico es utilizar la energía sexual para alcanzar niveles más altos de conciencia, para que el impulso sexual no controle al hombre.
El propósito principal del Kung Fu Seminal y Ovárico es utilizar la energía sexual para alcanzar niveles más altos de conciencia, para que el impulso sexual no controle al hombre.
El propósito principal del Kung Fu Seminal y Ovárico es utilizar la energía sexual para alcanzar niveles más altos de conciencia, para que el impulso sexual no controle al hombre.
La forma correcta de utilizar la primera parte de las técnicas de Kung Fu Seminal y Ovárico es con una pareja a través del intercambio de energía. La gran variedad de posiciones sexuales enfatizadas en los manuales sexuales antiguos son virtualmente inútiles sin el conocimiento de los principios internos de cómo se puede controlar la energía sexual.
Para disfrutar de los beneficios del Kung Fu Seminal y Ovárico, el practicante debe limpiar su sistema de impurezas; especialmente el hígado y la sangre.
La limpieza del sistema trae un estado de pureza y claridad que permite que la voluntad personal se manifieste en el mundo. Si el sistema está limpio, los objetivos personales se pueden alcanzar con relativa facilidad.
El hombre, sin sellar la pérdida de semen es imposible ir más lejos en las técnicas de la práctica avanzada de Yoga.
La disipación de la conciencia espiritual ocurre principalmente a través del gasto de energía sexual. La pérdida de esperma reduce las reservas de energía y reduce la cantidad de Chi producido.
Cuando uno es capaz de acumular poder, el Chi fluirá naturalmente hacia los órganos reproductores y producirá ansiedad sexual. Para superar esto, el practicante cambia la atención al Ming Men y al entrecejo.
Si la energía sexual se almacena simplemente en el ombligo no pasa nada interesante, por lo que ésta debe transformarse subiendo hacia las regiones superiores. Si la energía sexual no se está moviendo desde los centros inferiores, se atasca y puede causar muchos problemas, como una necesidad sexual excesiva.
Una gran parte del funcionamiento sexual depende del elemento agua. El mecanismo reproductivo, los testículos y los ovarios, así como el flujo de energía para el acto sexual, dependen del elemento agua. El recurso espiritual obtenido por el agua es la fuerza de voluntad y la ambición. La fuerza impulsora de la voluntad de lograr algo proviene de la claridad y la pureza del Elemento Agua.
El poder sexual se encuentra en los centros inferiores del cuerpo, por lo que tiende a fluir hacia abajo y se pierde. Para utilizar la energía sexual, se debe hacer que fluya principalmente a través del canal gobernador (Tu-Mo) en la columna vertebral.
Cada eyaculación contiene entre 200 y 400 millones de espermatozoides. El varón promedio tiene aproximadamente una 5.000 eyaculaciones durante su vida, aproximadamente unos 22,5 litros de semen.
Dado que el semen contiene una forma altamente refinada de energía, los alimentos comunes no pueden reponerlo de manera eficiente, especialmente si los mecanismos de asimilación del cuerpo se debilitan. Cada pérdida de semen debilita el cuerpo de forma permanente.
La estructura del semen y del cerebro es similar, de modo que cuando se usa excesivamente el poder sexual, esa energía adicional se toma del cerebro. Si se controla la necesidad sexual y se expulsa menos semen, el cerebro se nutre y aumenta su poder.
El secreto de la longevidad es preservar las células cerebrales más jóvenes. Uno de los métodos para nutrir el cerebro es mediante la energía sexual, haciéndola circular y almacenándola (las dos) en el cerebro.
Si el esperma no es eyaculado, el cuerpo no produce más y así no tiene que invertir energía en fabricar nuevo semen.
Para los hombres, el poder sexual comienza en la punta del pene, sube por el canal Gobernador (Tu-Mo) en la columna vertebral y sube al cerebro. El envío de energía al cerebro se realiza en dos etapas. Primero a través de la activación de las bombas pélvicas y craneales; y segundo a través del control mental.
Preservar el fluido seminal transforma espontáneamente la personalidad. El hombre respeta más la vida y hay una disminución en la necesidad de matar, dañar y desperdiciar. Sin embargo, el gasto excesivo de fluido seminal conduce a un deseo de estimulación externa a cualquier costo. Surge una necesidad de reemplazar la energía perdida. También conduce al envejecimiento prematuro, la debilidad física y la enfermedad.
La armonización de Yin y Yang conduce a la felicidad, menos enojo y niveles aumentados en la capacidad personal para manejar el estrés.
Universal Healing Tao / Mantak Chia
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